Cuidado con lo que haces cuando cae en tus manos el móvil o portátil de tu pareja. Ya se estará arrepintiendo de ello Leon Walker, un ciudadano norteamericano que se enfrenta a una posible pena de cinco años de cárcel. Todo comenzó cuando Walker, con "indudables habilidades con los ordenadores" (según se cita en la demanda), entró en la cuenta de GMail de su mujer en el ordenador de casa. El hombre sabía dónde pisaba puesto que ésta estaba manteniendo un tórrido affaire con su ex-marido (ya ves que la historia no puede ser más truculenta).
Todo comenzó cuando la afectada descubrió que sus correos habían sido leídos y no dudó en acusar a su marido, al considerarle "un hacker", ya que según ella, los correos estaban protegidos por contraseña. El marido se defiende argumentando que la contraseña era muy fácil, y su mujer la había dejado escrita en varios sitios.
El argumento que pesa contra Walker es que trabaja en un departamento de sistemas como informático y el hombre se enfrenta a una posible pena de cárcel dadas las estrictas leyes que rigen en este sentido en Estados Unidos. La sentencia se conocerá el próximo mes de febrero.
Perjudicial!
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